martes, 18 de octubre de 2011

Signos... por todas partes

Ya era tarde, y el sol se escondía entre las grandes montañas de mi ciudad, la luz del día comenzaba a decaer y se adentraba la noche (signos de indicio, el sol se relaciona con el día y la luna con la noche), una noche espesa y templada de septiembre.
Había quedado con mi novio para cenar en un restaurante, del que desconocía su paradero, porque  esta noche quería sorprenderme.
Después de haberme preparado para ir a cenar, fui hasta el salón y miré las saetas del reloj que indicaban las 21.00 p.m., cuando de repente sonó el ring ring del timbre de la puerta (símbolo auditivo, se relaciona cuando llaman a la puerta). Al mismo tiempo que yo bajaba las escaleras en dirección hacia ella, al llegar, me mire nerviosa al espejo, todo mi cuerpo temblaba (indicio al estar nerviosa), tan solo por saber ¿qué me podía esperar esta noche? Por fin moví sigilosamente el pomo de la puerta hacia la izquierda (símbolo que indica hacia donde se debe mover el pomo) y conseguí abrirla, allí estaba él, iba espectacular, vestido de etiqueta y acompañado de un ramo de rosas rojas (símbolo, las flores al relacionamos con algo bonito, en este caso signo de cariño), las cuales obviamente eran para mí. Nada más verme sonrío satisfactoriamente (indicio de alegría), y me dijo: -“¡estás guapísima!” (símbolo acústico), fue entonces cuando note un calor relevante  en mis mejillas (indicio al sentir vergüenza). Entré de nuevo en la casa para dejar las flores en un jarrón con agua y entonces pude leer la tarjeta que las acompañaba, donde decía: “Gracias por ser como eres y por todos momentos que me das. Te quiero”, (símbolo de afecto hacia una persona) al final del todo pude ver un corazón dibujado (icono), y al cerrarla note como una lágrima caía sobre mi rostro (indicio de sentimientos).    
Al pasar unos segundos nos dirigimos hacia el lugar donde pasaríamos la esperada noche. Yo iba sentada en su coche, con los ojos vendados (símbolo utilizado para dar una sorpresa) e imaginando miles de momentos que me podrían esperar, note como de repente el coche frenaba (símbolo al finalizar un trayecto), ya habíamos llegado. Al bajar, mis pies se hundieron y note el frescor de la arena (indicio sensorial), pude notar el olor del mar (indicio olfatorio) y escuchar el chasquido de las olas (indicio auditivo). Entonces, me cogió del brazo y me dirigió hacía el lugar que nunca podría haber imaginado, al quitarme la venda, pude observar una pasarela que conducía a un lugar donde se encontraba una mesa iluminada por velas (símbolo visual de luminosidad) y supe que me esperaba una bonita cena.
Al terminar de cenar, mientras yo hacía unas fotos fantásticas (icono visual) sobre el paisaje, él desapareció un instante, pero pasados unos minutos, pude escuchar sus pasos caminando hacia mí (indicio acústico de que se acerca) con ímpetu y tranquilidad.
Estando uno enfrente del otro, mirándonos ambos a los ojos, me cogió la mano y se arrodillo (símbolo para mostrar algo) mostrándome una caja en la que se encontraba todo nuestro futuro, un anillo (símbolo, el anillo indica matrimonio) de oro que sostenía un gran diamante.  Sin yo decir una palabra, solo soltar un gran suspiro (indicio de asombro), me dijo: -"¿quieres casarte conmigo?". Y fue cuando los dos supimos que esta noche no la olvidaríamos jamás.



1 comentario:

  1. ¡Estupendo, Isabel! Sólo una cosita mínima: el frenazo es un indicio, no un símbolo (fíjate que no puede indicar más que el coche para: no es consecuencia de una convención o acuerdo, sino de las leyes de la física... y por tanto, no puede cambiarse).

    Pero por lo demás muy bien llevado el texto y muy bien el análisis de los signos.

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