lunes, 6 de febrero de 2012

Narración con moraleja.

CONÓCETE A TI MISMO

     Ya era tarde en la ciudad de Burgos, donde una pareja de amigas paseaban ensimismadas en su conversación y decidieron descansar y sentarse en un banco del gran parque por el que vagaban. Discutían el tema sobre la desconfianza que se crea frecuentemente en las propias personas, en la desconfianza en uno mismo; conversación en la cual una de las chicas, Sofía,  cuenta a su amiga que se encuentra en un mal momento, en el que no está de acuerdo consigo misma. Es cuando su amiga Natalia intenta aconsejarle y decide contarle una historia de la cual sabe gracias a su padre, que le contó cuando era  joven.
Natalia le cuenta que hace mucho tiempo, vivía un gran noble en esta misma ciudad en la que un día se dispuso a vagar por sus inmensas tierras, cuando de repente, al llegar hasta el vallado de su granja, se percató de que algo extraño sucedía. El noble Alonso, quedó pensativo y absorto en sus pensamientos tras unos instantes, cuando de pronto decidió entrar y se dirigió hacia la casa que habitaba uno de sus trabajadores. Golpeó repetidas veces la puerta, hasta que alguien se decidió a abrirla.
-¡Hola Fabio! Saludó Alonso cortésmente.
-¡Hola mi señor Alonso! ¿A qué se debe esta visita inesperada? Preguntó su fiel trabajador.
-Ocurre que al acercarme a la granja he notado un ambiente extraño del cual quería indagar y he decidido visitarte.
-Usted dirá.
-Fabio, he notado a los animales que no están como de costumbre, parecen desnutridos y abatidos. ¿Me gustaría saber el por qué de su extraño comportamiento y si usted sabe algo?
-La verdad es que sí señor, le cuento. Ayer por la mañana,  cuando salí a dar de comer a nuestros animales como todos los días, noté también un ambiente extraño y por lo tanto me preocupé. Así pues, me acerqué a uno de los caballos y le pregunté: ¿Qué te ocurre? Porque últimamente no comes, ni bebes, no te relacionas con el resto de clases de animales y estás triste y abatido,  ¿a qué se debe? Y el caballo le contestó: amo, siento que me estoy muriendo, porque no puedo darte leche como lo hacen las vacas. Sorprendido, Fabio giró y se dirigió hacía una de las vacas, y le hizo la misma pregunta que al caballo a la que ésta le respondió: amo, siento que me estoy muriendo, porque no puedo darte carne como los cerdos.
Fabio volvió a sorprenderse, y pensó que a todos animales les sucedía lo mismo, que no estaban bien con ellos mismos, porque no se valoraban. Entonces decidió acercarse a uno de sus pinos y también se percató de que estaba muy seco y triste, así que le preguntó como a los animales que qué lo ocurría. El pino le contestó: amo, siento que me estoy muriendo porque no puedo darte manzanas como lo hace el manzano, y fue cuando Fabio pensó que toda la granja tenía ese problema. Entonces sorprendido por lo ocurrido, se dirigió de nuevo hacia la casa cuando de pronto observó que las flores que había plantado para adornar la entrada, estaban llenas de alegría, frescas y floreciendo. Entonces se sobresaltó y le preguntó a una de sus flores que por qué ellas no estaban tristes como las demás plantas y animales, y ésta le contestó: No lo sé amo, quizá es porque cuando usted nos plantó supimos que era para alegrar y decorar la entrada de su casa, porque si hubiera querido tener verduras para comer, pues hubieses plantado semillas de verduras; entonces, nosotras mismas nos propusimos el ser frescas y alegres, como tú querías, y lo intentamos hacer de la mejor manera.

    Natalia le dijo a Sofía, ahora te toca a ti.  Estas aquí y naciste porque tus padres querían tenerte, querían una hija feliz y alegre, te querían a ti. Ahora mírate a ti misma, no hay posibilidad de que tú seas otra persona, tú eres tú misma.
Y entonces Sofía entendió la historia de su amiga y comprendió que en la vida cada uno es como es y no tiene que parecerse a los demás.
Natalia finalmente le dijo: “Puedes disfrutar y florecer en esta vida regada con tu propio amor, o puedes dejarte marchitar en tu propia condena”.

1 comentario:

  1. Muy bonita historia, muy bien relacionada con la historia-marco... y desde luego, una moraleja para no olvidar.

    Un saludo :)

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